El primer combustible de agua podría terminar para siempre con el reinado del hidrógeno. Ofrece 1.000 km de autonomía y baterías 15 veces más potentes. Cuando llegó el primer motor de hidrógeno parecía que nada lo superaría, pero estamos ante un invento que tiene muchas posibilidades. En estos momentos, el mundo se encuentra sumergido en una profunda transición energética hacia una producción de energía más sostenible.
Dicha transición no consiste únicamente en el abandono abrupto de las fuentes fósiles. El proceso tiene que ver con una eliminación gradual de los combustibles fósiles que, a día de hoy, están altamente instalados en nuestro diario vivir. Hasta ahora, las opciones que más se han contemplado han sido la electrificación y el uso de hidrógeno.
Se busca una sustitución progresiva de las tecnologías que emplean combustibles fósiles por tecnologías que usan electricidad proveniente de fuentes renovables. En medio de esta búsqueda, ha llegado un combustible de agua que puede dejar fuera de juego a los coches eléctricos y que funcionan con hidrógeno.
El combustible de agua irrumpe en el sector automovilístico con un nuevo concepto
Electriq Global, una start-up mitad australiana mitad israelí, y financiada por el gobierno de Netanyahu, aseguró hace años estar lista para probar en los Países Bajos una solución prometedora para las emisiones de los vehículos de combustión: un combustible formado en un 60% de agua. Su propósito es que sea un producto de doble rendimiento, un 50% más económico y 100% ecológico.
Además, buscan que ingrese en el campo de las baterías de iones de litio o del hidrógeno comprimido. Ahora solo queda que logren que funcione a gran escala. Mediante la asociación de la empresa holandesa Eleqtec, el combustible de agua de esta compañía inició su fase de pruebas en los Países Bajos en 2020.
La empresa garantiza que es capaz de funcionar en un vehículo de hidrógeno con pila de combustible, aunque lo expone como una solución para cualquier tipo de coche futurista.
Funcionamiento del combustible de agua
Este combustible de agua libera hidrógeno al reaccionar con un catalizador, un químico salino al que denominan BH4, que se aprovecha para producir electricidad y abastecer el vehículo. Lo que no detallaron fue cómo transforman exactamente el agua en combustible, dado que este elemento aislado no puede actuar como tal porque no está conformado por energía química. ¿Se utiliza el agua entonces como un reactivo o un catalizador?
Según la empresa, el potencial de densidad de energía de esta tecnología llega a ser 15 veces mayor que el de las baterías de iones de litio que se utilizan actualmente en coches eléctricos. También asegura que estamos ante un combustible seguro, económico y reciclable, dado que una vez consumido se recoge y conduce a una planta en la que se recarga con más hidrógeno y agua para reutilizarse.
La planta de reciclaje de Israel dispone del apoyo y la financiación del Ministerio de Transporte. Como sucede con los automóviles eléctricos, esta tecnología promete llegar a las cero emisiones, pero hay emisiones vinculadas a la generación de la electricidad que los mueve.
Viabilidad del combustible de agua
Por otra parte, el abastecimiento del depósito se haría de la misma manera que cualquier vehículo alimentado por combustibles fósiles o hidrógeno: una estación de servicio. La empresa estima que un tanque de combustible costaría 25 dólares y con esto conseguiría una autonomía de 1.000 km.
Hace tiempo que el debate sobre la viabilidad de un coche que funciona a base de agua está sobre la mesa. En 1971, un perito industrial e inventor extremeño, Arturo Estévez Varela, presentó públicamente un motor de agua para un ciclomotor. No obstante, su patente nunca llegó a desarrollarse comercialmente por el estado.
Electriq Global todavía no ha incorporado el combustible de agua a sus vehículos. Por ahora, parece que tendremos que ‘conformarnos’ con modelos como este potente motor de gas.
fuente: www.ecoticias.com