El Accidente Cerebro Vascular se posiciona como la primera causa de discapacidad y la segunda de mortalidad a nivel mundial, superando incluso a los accidentes de tránsito en frecuencia, afectando inclusive a personas jóvenes lo cual se puede  reconocer y asistir con rapidez a pacientes con esa patología, según lo asevero el referente de la Unidad de ACV del hospital "San Roque", doctor Miguel Salva en una entrevista con Panorama Jujeño.

Al respecto,  el profesional sostuvo que los síntomas son fácilmente reconocibles, como la dificultad en el habla, la debilidad en un brazo y la parálisis facial al sonreír. Ante estos signos, resulta “fundamental activar el sistema de emergencias para iniciar un tratamiento inmediato, ya que cada minuto es crucial”, advirtió.

En Jujuy, la incidencia del ACV es elevada y comparable a la media nacional, debido a factores como el envejecimiento poblacional y la prevalencia de enfermedades crónicas.

En esa misma línea, el doctor Salva explicó que el hospital "San Roque" cuenta con un sistema especializado para recibir a pacientes con ACV, destacando que en dicha unidad están de guardia las 24 horas, esperando al paciente directamente en el tomógrafo para reducir los tiempos de diagnóstico y tratamiento.

Agregó que cada minuto cuenta, pues pasadas tres horas, se pierde la posibilidad de recuperar las funciones afectadas y el paciente queda con más secuelas. Allí asisten 130 pacientes con ACV por año, aunque consideró que puede crecer en la medida que trabajen con pacientes del Interior.

Puntualizó que una vez admitidos, los pacientes reciben atención de un equipo multidisciplinario durante las primeras horas en la Unidad de Terapia Intensiva, con kinesiólogos, fonoaudiólogos, enfermeros, psicólogos y trabajadores sociales. Luego, la rehabilitación continúa en el Centro Jure, considerado uno de los mejores centros de rehabilitación pública de la provincia, donde se aplica una terapia kinésica intensiva en los primeros tres meses, que es clave para lograr la mayor recuperación posible, concluyó.