El estrés laboral a esta época del año está ocasionando una sensación colectiva en las personas, manifestándose síntomas como un agobio, cansancio y aun no se llega a la mitad del año, pero sobre todo porque esa patología se define como tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones sicosomáticas, físicas, trastornos del ánimo, mentales, cognitivos, es decir es muy factorial las causas y consecuencias del estrés, según lo explico la psicóloga, licenciada Mariela Salto en dialogo con nuestro medio.
Al respecto y en esa misma línea, la especialista remarco que muchas veces se tiende a responsabilizar a una sola cosa, a un factor o ámbito, a una relación o persona o situación específica pero esa condición de estrés es multifactorial, agregando que es una reacción fisiológica del organismo de nuestros mecanismos de defensa, por lo cual el cuerpo lo toma como algo amenazante por lo cual es importante realizar un pequeño pasaje de situaciones que pueden resultar factores estresantes y tener en cuenta que cuando se refiere a esos factores no debemos pensar que están afuera, sino en nuestras formas de vivir, pensar y en nuestra capacidad de auto cuidado existen factores auto protectivos que no suelen tenerse en cuenta.
En ese marco, mencionó que pueden causar estrés la situación social actual, los cambios económicos y laborales que son factores innegables, los cuales nos llevan a vivir una situación de incertidumbre desconocida y ello activa el sistema neurovegetativo que se encuentra en cada persona (que se activa cuando se presenta una situación de amenaza) y tiene de ver con generar ansiedad, síntomas físicos como la aceleración del corazón, la transpiración de las manos, las tensiones musculares, etc.
Afirmo que ese mecanismo de defensa de nuestro organismo es autónomo, ya que no depende de nuestra voluntad, sino que cuando estamos expuestos a situaciones de estrés diario (referidas a cuentas que pagar, plazos que cumplir en lo laboral, obligaciones de cada día que atender y decisiones que se toman cada hora en nuestra vida) dicho mecanismo se activará por la demanda de energía que se requiere ante esas situaciones, lo cual ocasiona que ante una situación de estrés normal cuando se presenta un accidente, un duelo o mudanza se convierta en un estado crónico, es decir estamos permanentemente estresados, tensionados y preocupados lo cual es el común denominador de lo que describe la gente en la actualidad.
La licenciada Salto remarcó que la buena noticia es que existen mecanismos o recursos que se pueden tener a la mano, muy fáciles de aplicar para prevenir esos estados de estrés o en todo caso tratarlo cuando aparecen.
Indicó que las personas son psicodinámicas tenemos un solo cuerpo para todo, no es que tenemos uno para casa y otro para llevar al trabajo, entonces el cuerpo va acumulando tensiones que pueden ser conyugales, familiares, de relaciones con los hijos, sociales, económicas y a veces “no estamos bien con nosotros mismos y permanecemos en tensión permanentemente” recalcó, por una cuestión de insatisfacción, de identidad y de lo que tiene que ver con la condición humana, y se va al trabajo llevando todo eso y ahí se presenta la cuestión de demanda de tiempo, de plazos, de evaluación de desempeños, etc., donde se requiere una eficiencia acorde a la remuneración de la calidad de un trabajo.
Pondero que en lo laboral es donde se manifiesta más el estrés, porque demanda más energía ya que en casa si se está cansado se puede descansar, dormir o hacer otra cosa, pero en el ámbito de trabajo se debe cumplir con una obligación, un requerimiento o compromiso de un contrato o expectativa, y es allí donde se siente más al estrés ya que no se posee la energía o ganas suficiente para cumplir los requerimientos, por lo cual “hay riesgo de un quiebre de que se habrá la posibilidad de una patología, ya sea psicosomática, infecciosa, respiratoria, gastrointestinal o anímica, etc.”.
Ante esa situación, la especialista recomendó a las personas a adquirir la capacidad de aprender a regular en nivel de energía que se le brinda a cada cosa, es decir a veces se les da demasiada importancia o trascendencia cuestiones diarias que no requieren tanta energía, ejemplificando que “se gasta tiempo y energía mental pensando o repensando una cosa que no va a solucionarse hasta la semana que viene, una conversación que no se tendrá hasta la semana que viene o una deuda que no se cancelara hasta la semana que viene” y es esa energía que se resta para ir al otro día para trabajar o no se toman decisiones saludables de descansar o dormir lo suficiente o aconsejable, alimentarse correctamente para tener los niveles de proteínas y energía y cumplir con realizar ejercicios físicos para liberar diariamente esas tensiones que se acumulan día a día.
Agregó que otros de los mecanismos se basan en practicar actividades distractivas o recreativas con familia, amigos y al aire libre, ya que la mayoría de las personas pasan mucho tiempo frente a una pantalla (de un teléfono, televisor o computadora), pero la vida no está en una pantalla sino que está afuera, con la gente, con la naturaleza y en las relaciones interpersonales, sobre todo por la energía que demanda estar frente de una pantalla y atender tantos estímulos sonoros, visuales e información que se asimila.
La licenciada Salto aconsejo a las personas a adquirir hábitos saludables como dormir bien, comer o nutrir a nuestro cuerpo con lo que necesita, ya que muchas veces comer mucho no garantiza alimentarse bien y poder compartir con amigos lo cual es un recreo para la vida, finalizó.
