La dinámica en los medios de comunicación viene sufriendo innumerables cambios en los últimos años, debido al trabajo a distancia y al contexto que se volvió más crítico, pero sobre porque la pandemia afectó en los ingresos como a la mayor parte de la actividad económica global y en las rutinas o modos de trabajo, fortaleciéndose la tarea periodística a distancia y en la actualidad solo alcanza un teléfono móvil para informar en múltiples plataformas, así lo aseveró a Panorama Jujeño el corresponsal de la Agencia Redd, colaborador del Washington Post y ex Director del Buenos Aires Herald, Sebastian Lacunza.
Al respecto, sostuvo que la pandemia aceleró algunos procesos de cambios dentro de la nueva normalidad en los medios de comunicación, sumado a la crisis que venían afrontando desde hace décadas, no solamente por lo económico o la aparición de nuevas tecnologías y las redes sociales, sino por algo más complejo en las industrias de los medios, y porque en los últimos años se modificó la forma de consumo de los medios de comunicación y algunos intereses.
Lacunza consideró “se abrió una puerta para que sea más sencilla la comunicación y el trabajo colaborativo por ejemplo para una persona que trabaja en Buenos Aires con alguien que trabaja en Jujuy y a su vez alguien que desarrolla tareas de Berlín o Bogotá, y en ese punto los periodistas se exploraron a nuevas aplicaciones o programas, a fin de enriquecer el trabajo periodístico”, teniendo como contrapartida si ello acelera el mal pago o “el colaboracionismo” con varias redacciones y se pierde la oportunidad de la especialización o profundizar en una meta determinada y los medios pierden identidad.
En cuanto a la desinformación o la información de mala calidad, indicó que esas operaciones para perjudicar o beneficiar a un sector existen desde tiempos remotos, destacando que los medios de comunicación en nuestro país nacieron partirizados, en el caso de diarios que se convirtieron en los buques insignias en el último tercio del siglo XIX, y a partir se profesionalizaron y adoptaron la objetividad en la manejo de la información , aunque la desinformación continuo en la historia de los medios y se dio en golpes militares que tuvieron atados a procesos informativos dedicados a desinformar.
Agregó que las redes sociales profundizaron la beta en lo fácil que resulta expandir una fake news o falsedad, y a su vez “acrilizar” a un lector, navegante o televidente con ese tipo de contenidos, y no pasa solamente que algunos medios desinforman, sino que algunas personas actúan como creyentes y les interesa recibir un tipo de noticia sesgada, por lo cual se plantea el desafío de “ir por el carril del medio y no por un sesgo o una partidización y atenerse solo a los hechos comprobados”.
Afirmo que en la actualidad las suscripciones constituyen una forma de sustento del periodismo, debido a los nuevos formatos y porque cada vez ingresa menos publicidad, y se plantea a la suscripción como una alternativa para mantener las estructuras de los medios de comunicación digitales, aunque la sustentabilidad de los medios debe ser garantizada por el Estado con reglas claras y la exigencia de un periodismo de calidad.
Lacunza consideró que el ejercicio del periodismo se debe dar con una mirada crítica, fiscalizante y desde una visión más amplia, permitiendo una mayor libertad democratizadora para todos los sectores de la sociedad, concluyó.
