Para muchas personas la llegada del fin año es una época de las más esperadas, por lo todo lo conlleva esta época, pero también significa un momento en el que las personas se encuentran sobrepasadas ante la cantidad de responsabilidades y presiones de estos meses, y es allí donde se presentan cuadros de fatiga mental o sobre exigencias y aparece el Sindrome de Burnout o “cabeza quemada”, que puede ocasionar serios inconvenientes a nuestro organismo, así lo explico la licenciada en piscología Mariela Salto en dialogo con Panorama Jujeño.
Al respecto, sostuvo que las personas llegan a estos meses con un nivel de estrés que puede ser muy peligroso para la salud, y en algunos casos no acuden a un especialista, por lo que ese síndrome se podría transformar en algo más grave.
Puntualizó que resulta sumamente importante distinguir ciertas sintomatologías y cuando uno empieza a transitar las primeras fases del burnout. No nos olvidemos que se trata de un conjunto de síntomas por una exposición al estrés laboral, o bien se han excedido en darle actividades al cerebro”, explicó la especialista.
En cuanto a los primeros síntomas, afirmo que son muy leves, pudiendo ser sueño, ansiedad fluctuante, no poder conciliar el sueño, falta de apetito, irritabilidad y poca tolerancia. “Lo que antes disfrutaba en mi laburo ya no lo hago”, agregó.
“Si yo no equilibro mi sistema, es decir no me doy tiempo para mis actividades donde relajo las neuronas, es ahí donde viene este síndrome. Muchos llegamos muy quemados entre noviembre y diciembre, gente con ganas de irse de vacaciones de manera urgente”, remarcó.
Sobre la segunda etapa del Síndrome de Burnout, dijo que ya comienzan cuestiones vinculadas con el consumo, con cuestiones psicosomáticas en la piel. Y la tercera etapa ya tiene que ver con enfermedades incapacitantes y más graves.
La profesional sostuvo que para evitar caer en esa situación es primordial volver a vincularse con lo placentero, “muchas veces dejamos de hacer actividades que nos dan placer y nos hace liberar dopamina y serotonina”.
Indicó que es muy importante tener un registro saludable de nuestra salud mental, poner en palabras lo que nos afecta, ya que cuando todas estas problemáticas se convulsionan y no podemos separar, ahí se agrava la situación.
Finalmente, una de las estrategias que se pueden aplicar, según la licenciada Salto, es quedarse en casa los fines de semana, dormir temprano, recuperar energías “y no explotarnos con cosas que no nos ayudan, realizar actividades físicas, sociales (compartir momentos con amigos) y aquello que nos causa placer, volver a sentirnos bien con nosotros mismos”, concluyó.