La educación constituye un sector que tuvo que transformarse hacia la virtualidad en este contexto de pandemia sin ninguna experiencia previa, y en ese sentido los países se adaptaron con poca dificultad diferentes formatos de aprendizajes en línea, sobre todo aquellos que cuentan la tecnología acorde para enfrentar ese proceso de aprendizaje a distancia y remotos, para aquellos que podían hacerlo en línea con la conectividad necesaria o con plataformas asincrónicas de contenidos que pueden trabajar sin necesidad de estar conectados, y la reproducción de materiales físicos (cuadernillos y guías de estudios), aseveró el ingeniero Federico Mejer autoridad política en organismos del sector publico, líder de proyectos de financiamiento y asistencia técnica internacional  y consultor  de gobiernos en las regiones de Latino América y El Caribe en una entrevista con el programa Panorama Jujeño.

En esa misma línea, sostuvo que algunos países que levantaron las restricciones o aislamiento están incorporándose estrategias presenciales y no presenciales para el regreso a clases, aunque también existe un nuevo formato más desarrollada desde la intelectualidad que se denomina el aprendizaje hibrido (aprovechamiento que no se define concretamente por lo presencial, a distancia o entrega de recursos físicos).
Al hacer referencia a los procesos de aprendizajes, el especialista consideró que resulta difícil hacer futurología, aunque si queda claro que la educación no estaba preparada para un formato educativo no presencial, sobre todo si se toma en cuenta que los servicios educativos en la región de Latinoamérica y El Caribe se han caracterizado por la ausencia de incorporación masiva de tecnologías de la información y la comunicación, ya sea para la tarea de enseñanza aprendizaje o para la gestión administrativa de los sistemas educativos, destacándose que las decisiones políticas en esa materia fueron lábiles, con lo cual el sistema educativo se encontró con bastantes dificultades para afrontar ese reto.
Mejer lamentó que el tema educativo no está instalado en la agenda de los gobiernos en este contexto de pandemia, y se observa una expectativa de regreso a la antigua normalidad que de plantearse situaciones muy diferentes, es decir se plantea nutrirse de elementos que permitan pasar esa situación de pandemia como una situación atípica, pero de retornar al modelo tradicional presencial, y no plantearse modelos completamente diferentes, lo cual es bastante lógico.
Sintetizó que la escuela también fue parte de un sistema de organización social familiar y productivo que no puede estar ajeno a lo que sucede en el contexto de las familias o de la sociedad, sobre todo tiene un rol importante en el aspecto de la alimentación escolar con los comedores escolares (desayuno, merienda y almuerzo) algo que en la situación actual quedó fuera de agenda, es decir no se aprecian cambios en el modelo organizacional de las escuelas sino hay cambios en la organización familiar vinculados con el trabajo, no se concibe como algo independiente sino que está absolutamente conectado con el modelo de organización tradicional de las familias.
El especialista recalcó que el Estado debe garantizar el derecho al acceso igualitario a los servicios educativos a la población en edad escolar obligatoria, en algunos casos aplicando la igualdad de acceso a la educación, aunque no se logra en un 100% sino que se presentan dificultades a la hora de su aplicación, afirmando que con el modelo no presencial no garantiza la misma calidad de acceso y las estrategias de muchos gobiernos no se basaron en formatos digitales sino que utilizaron otros formatos asincrónicos y entrega de material físico, resumiendo que se pone en valor la importancia de la escuela que cumple un rol primordial y en algunos casos compensa apoyos o estímulos que no están presentes dentro del entorno familiar de muchos chicos, y la ausencia de ese espacio colaborativo e integrador con sus tutores docentes provocó grandes dificultades o que alumnos no estén haciendo seguimiento de las clases.
Fernando Mejer detalló que el aula virtual constituye un espacio sin paredes ni techos que emula a un aula tradicional con un formato de enseñanza que se desarrolla en línea, apoyados por plataformas de aprendizajes acordes con los contenidos curriculares educativos, sumándose a las aulas con incorporación de tecnologías digitales, en el primero de los casos se utiliza para el modelo no presencial y existen pocos países con la posibilidad de conformar formatos en línea y conformar aulas virtuales, aunque la mayoría de los países tienen la posibilidad de generar aulas con tecnologías digitales para acompañar el proceso de enseñanza y aprendizaje de los educandos.
Finalmente, aseveró que en Argentina el costo de un alumno de la educación primaria es del 15% del PBI por capita y el costo oscila en los 2.880 dólares por alumno, es decir el valor demandaría la incorporación de un aula virtual completa, no obstante, pasa por decisiones políticas y de resistencia al cambio, concluyó.