El cultivo de tabaco representa una importante actividad en términos económicos y sociales en el Noroeste (NOA) y Noreste (NEA) del país, siendo las principales provincias productoras: Jujuy, Misiones y Salta; y en menor medida: Tucumán, Catamarca, Corrientes y Chaco.

 

En las provincias tabacaleras hay cerca de 23 mil productores registrados -de los cuales unos 15 mil son pequeños agricultores. En el NOA predominan los grandes y medianos productores con mano de obra asalariada; mientras que, en el NEA, Tucumán y Catamarca se caracterizan por explotaciones familiares.

En Jujuy el sector tabacalero es el primer empleador privado en la provincia y segundo empleador después del sector público.

Estamos en época de cosecha y las expectativas de los productores están centradas en los resultados de su trabajo, en poder obtener precios para su producción que les permitan recuperar su inversión y ver crecer su actividad. Sin embargo, gran parte del esfuerzo de los emprendedores está supeditado a las idas y vueltas del Gobierno Nacional, de la AFIP y de la Justicia, que intervienen en el sector tabacalero introduciendo serias distorsiones en los resultados económicos de la producción.

Se trata de un sector altamente regulado y es un gran contribuyente por su alta carga impositiva, ya que cerca del 75% del total del valor de cada paquete de cigarrillos está destinado a impuestos.

El Fondo Especial del Tabaco (FET) establecido por la Ley 19.800 de 1972, regula todas las actividades tabacaleras del país y funciona como un mecanismo para corregir deficiencias estructurales y asegurar un precio compensatorio a los productores tabacaleros.

Son varios los problemas que aquejan al sector, entre los cuales debo destacar:

Lo oneroso que resulta el Derecho de Exportación del 12% al tabaco, afectando significativamente la competitividad del sector. En el caso de Jujuy el 90% del tabaco se exporta, por eso consideramos muy importante que se reduzcan las alícuotas vigentes teniendo en cuenta que el tabaco conlleva al menos 2 procesos industriales, el secado y el despalillado.

Como resultado de la industrialización de la materia prima se exportan láminas y scrap. Esta realidad productiva, hace que el sector reclame la reducción de los derechos vigentes a porcentajes similares a los de otros procesos industriales.

Los productores esperan este cambio de estatus del tabaco lo antes posible, antes de vender su producción a las grandes tabacaleras de manera de beneficiarse de la rebaja de impuestos.

Por otra parte, sigue siendo preocupante para el sector el hecho que parte de la industria del cigarrillo eluda el pago pleno del Impuesto Interno por medidas cautelares con escaso fundamento jurídico.

La Corte suprema rechazó los argumentos de las empresas litigantes, de manera que está en manos de la AFIP proceder al cobro pleno del Impuesto.

La venta de cigarrillos a precios más bajos es consecuencia directa de la evasión impositiva y atenta directamente contra el espíritu y objetivo de la ley vigente, porque al reducir el precio del producto genera por un lado la fácil accesibilidad para su consumo y afecta la recaudación en materia de recursos fiscales coparticipables. Reduce además la base de cálculo del FET, la remuneración de los productores y la asistencia social y sanitaria a las familias tabacaleras del NOA y del NEA.

Además de cumplir su deber de cobrar los impuestos como corresponde, es imperativo que la AFIP refuerce el control sobre la venta de cigarrillos sin etiqueta, de contrabando o con etiquetas apócrifas. Es lamentable que prolifere el comercio ilícito y que el Gobierno Nacional abandone a su suerte a los productores y a las empresas que pagan sus impuestos.

Otro tema muy preocupante es el encarecimiento de los insumos, especialmente los fertilizantes y el gasoil, además de los eventos climáticos extremos como la sequía y la granizada de fines de noviembre pasado. Estos imponderables se suman a los problemas ya mencionados, reduciendo la productividad de los cultivos y los márgenes del productor.

Valoramos la conformación de la Mesa Nacional del Tabaco y esperamos que los temas más importantes para el sector empiecen a encontrar un cauce favorable a los productores. Acordamos también en la necesidad de incorporar al esquema tributario vigente a los demás productos derivados del tabaco que se comercializan actualmente en nuestro país.

Fortalecer las economías regionales es fundamental para mantener diversificada la matriz productiva nacional, en cada región del país hay oportunidades de progreso que pueden y deben ser aprovechadas. El Gobierno Nacional tomó medidas para mejorar el tipo de cambio de los productores de la agricultura pampeana, creemos pues que llegó la hora de que se apoye con más fuerza a nuestras economías regionales reduciendo los derechos de exportación y combatiendo el comercio ilícito.